domingo, 25 de mayo de 2014

TU CRUZ ERES TU MISMO

Has de contar con la cruz

Por cruz se entiende aquí todo lo que causa dolor o molestia.

Es cruz…tu enfermedad, tu dolor de cabeza, el poco aprecio que los demás te tienen, tus fracasos pequeños o grandes, tus disgustos de todas clases y de cada día…

Esta es la cara externa y pública de la cruz.

Pero hay todavía otro aspecto, otra cara de la cruz, más íntima, más ignorada, más aguda y molesta muchas veces.

Esta segunda cara de la cruz está dentro de nosotros, porque somos nosotros mismos.

Cada uno de nosotros, con su temperamento especial-eso que la gente llama nuestras rarezas-, este modo de ser tuyo o mío, colérico, impetuoso, a veces inquieto,, a veces nervioso, a veces apático y amorfo…con toda esta ley misteriosa de variaciones infinitas…

Todo esto es nuestra cruz.

Si quieres que esta cruz te sea soportable y menos pesada, acéptala sin queja. Acéptate a ti mismo tal como Dios te ha hecho.

Si Dios quiere que sigas atado a esta cruz, y no te pide más para ganarte el cielo…no tienes derecho a quejarte de mala suerte.

__Y te quejas tú muchas veces de la tuya, ¿verdad?

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